Ayer estaba viendo en la tv la película, EL SECRETO DE MARY REYLLY, esa con Julia Roberts en la que hablan del caso clásico de la doble personalidad, "El doctor Jekyll y el señor Hyde". Excelente pieza cinematográfica.
Dicho esto, voy a lo concreto que quiero plantear, hay una escena en la que Hyde tiene cercada a la pobre muchacha con la que sostiene una relación de amor odio y le dice algo como: ¿QUÉ ES AQUELLO QUE ME IMPIDE MATARTE?", inmediatamente el monstruo se suicida. Menudo embrollo.
El hecho es que, a mi parecer, cada demonio tiene una antítesis que lo frena, una especie de ser luminosos que es capaz de frenarlo y por más que éste sienta odio hacia ella, quiera matarla de la forma más atroz, jamás podrá hacerlo, por una razón muy sencilla; entre todas las criaturas que este demonio conoce, sólo ELLA es pura a sus ojos, Inmaculada de todas las imperfecciones del mundo y valiente al sobreponerse a las dificultades de la vida.
Por el contrario, ese demonio es incapaz de reconocer su debilidad ante la soledad (circunstancia que odia y ama con matices de hipocresía) y su necesidad de rendirse ante esa bella representación de la pureza, ya que ésto último quebranta el principio del poder que necesita para subyugar al mundo.
La respuesta que Hyde necesitaba en ese momento, él mismo era incapaz de comprenderla, lo que le impedía matarla era simplemente que ella, MARY REYLLY, la pobre mucama, víctima de abusos e insegura; representaba su último vestigio de humanidad y de sumisión ante una fuerza mayor, el amor que en el fondo él sentía por ella, por Mary y por su propia humanidad que él mismo sacrificó por el ansia de poder.
