lunes, abril 23, 2007

Les Fleurs Du Mal

El texto a continuación es la introducción del libro Las Flores del Mal, cumplo con colocar los datos de autor y traducción. Sólo pido que en un ejercicio de imaginación, sustituyan la palabra LIBRO por BLOG.

Gracias

Epígrafe para un Libro Condenado

Por Charles Baudelaire Las Flores del Mal, traducción de Ulyses Petit de Murat. Ediciones DINTEL, 1959.

Lector apacible y bucólico, sobrio e inocente hombre de bien, arroja este libro saturniano, orgiástico y melancólico.
Si no has estudiado tu retórica con Satán, el astuto decano, ¡arrójalo! No comprenderás nada de él, o me creerás histérico.
Pero si, sin dejarte hechizar, tu pupila sabe sumergirse en los abismos, léeme, para aprender a amarme; alma curiosa que sufres y andas en busca de tu paraíso ¡compadéceme! Sino, ¡yo te maldigo!

viernes, abril 13, 2007

Tu Nombre


¿Qué nombre puedo darte?


¿Con qué apellido podré recordarte?


Si has sido la luz en mi oscuridad, arrullaste mi corazón pero me diste el regalo de las pesadillas.


¿Con qué nombre puedo recordarte?


¿Te llamabas Ninfa?, si, fuiste mágica para mi, tus manos moldearon mis sueños y calmaron el fuego de mi piel, tu perfume alimentó mi fiebre y la alucinación se volvió mi única verdad, tus alas elevaron mis sueños y cortaban el aire que me alimentaba.


¿Te llamabas Amazona?, si, Jajajaja, eres una guerrera, la única que ha sido capaz de domar mi alma rebelde; incanzable ante tus metas y compañera de batallas, mi mujer guerrera.


¿O acaso Venus era tu identidad?, tan sublime, tan perfecta, bella musa, tu piel fue refugio de mis anhelos, tu cuerpo perfecto inspirador de mil cantos y deseos. Venerarte, desearte, tomarte, ser tu dueño y esclavo fue mi misión; que la esperma de las velas santificara nuestros cuerpos y frutas dulces nacieran desde tus muslos, tu vientre, tus pechos y tu cuello.


Creo q tu nombre es: SOLEDAD, los sentimientos murieron y aún tu ausencia me hiere, me duele esperar tu regreso; el pensar que pueda volver a verme en tus ojos resulta una esperanza sádica, digna de epopeyas y de cantos; como me quema la distancia de tu cuerpo y mi ausencia en tus pensamientos.


En tí pensé, en la única que he visto como la musa de mi vida, la unica con la que quise pasar el resto de mis dias, que mis sueños arrullaran los tuyos y que cuando cayeras yo estuviera ahi para sostenerte, que tu sanidad apaciguara mi locura y mis sueños elevaran tu existir.


Pero es cierto, tu nombre real será un enigma en el tiempo, así como nuestros sentimientos.

Fuiste un sueño, duerme para que yo despierte.