martes, marzo 20, 2007

Cuando conozca tu alma pintaré tus ojos y escribiré un poema en tus labios

Esta frase, inspirada en un film y ampliada por este humilde escritor, resume en exacta magnitud lo que deseo susurrar a oídos de aquella inspiradora eterna de los escritos del poeta.


Tus ojos, ¿qué me dicen tus ojos?, iguales que estanques profundos de agua pura, guardianes de misterios vividos y focos de la luz del alma, tan hermosos como una mañana de invierno y el atardecer del otoño, ocultos tras los párpados límpidos de nubes augustas. Tus ojos que vistos de manera furtiva me hicieron soñar, que alentaron este corazón destruido a volver a soñar...

Tus ojos...

Son terreno inexplorado con promesas de victoria, selva virgen que clama ser descubierta siendo tu sonrisa el llamado a la aventura, tu sonrisa...

En labios finos de musa se dibuja tu sonrisa, has sido inspiradora de amores, de odios, de ternura, de invalidez; amo tu sonrisa porque es brisa fresca en un día cálido, tu boca se convertirá en refugio durante la tormenta y ante los rayos te protegeré.

Quisiera ser las gotas de lluvia que recorren tu piel y a la vez pintarte; ver tu sonrisa única mirando al cielo y que te abrigues en mis brazos ante el frío.

Toma mi mano amada inmortal, no me niegues la gracia de tu tacto, caminemos el puente de la vida con un lienzo en blanco donde pintaré tus ojos; y en tus labios, escribiré el poema que narre la historia de nuestra victoria.

Es hora de trazar las líneas de la vida.

jueves, marzo 15, 2007

Cielo y mar, el sentirse más vivo


Te conocí de forma extraña, inésperada, nos vimos y hubo química, risas y sonrisas...

Gracias a tí volví a sentir cosas que creí muertas, felicidad, nervios, ansiedad, una sincera alegría y el valor de una sonrisa.

Como las olas del mar llegaste a sorprenderme en una playa de soledad, bajo un sol abrazador con las memorias de sueños perdidos, que hermosa visión fue contemplarte, conocerte, aprender tus defectos y virtudes.

Envolviste mi ser con tu aura especial, una capaz de hacerme levantar la cara al sol y darme cuenta que el infinito es el límite de las cosas; puedes verlo al horizonte, si las nubes y el mar se juntan en el horizonte como los labios de los amantes, es una lección que debemos aprender y nunca es tarde.

¿Qué has sido y qué serás en mi vida?, ¿cuántas veces podré volver a sumergirme en tu risa, perderme en tus ojos y compartir?. No sé la respuesta, pero igual, cual sea, te agradezco recordarme que tengo un corazón que puede latir, capaz de imaginar cosas felices (FELICIDAD: que concepto tan ajeno para mí) y sonreir.

Gracias.