Hoy seré un escultor
tallaré mi propio corazón
mis manos serán cincel y martillo
en silencio crearé un nuevo yo
golpe a golpe
lágrima a lágrima
el cincel se hunde en la carne
sangre brota
llanto carmín de un alma indefensa
cae el músculo
la sangre fluye
el centro helado se revela
el corazón muestra su nueva forma
su nuevo color
pálido...
frío...
sin sentimientos
sin latidos
ahora…
no existo más
La obra está terminada
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