martes, enero 23, 2007

El Llanto de un demonio


Hace tiempo estaba caminando por un bosque y en una encrucijada estaba un demonio sentado, con su mano bajo la barbilla, y las lágrimas se derramaban desde sus ojos oscuros y llenos de ira. Por un momento pensé que más que rabia él sentia tristeza.

Cual viajero imprudente me senté al lado de él como si fuera un familiar o un viejo amigo, que más daba, no tenia prisa.

Le pregunté con toda confianza: ¿Qué te pasó compadre?, no respondió, siguió mirando fijamente a la espezura del bosque.

No me gusta andar esperando por la gente, así que hice un ademán para levantarme y respondió a mi pregunta....aunque no sea tu problema te lo diré, me enamoré de un ángel, tan bella como la luna, única como las estrellas, pero inalcanzable para mí.

Ahora si que estaba intrigado, ¿un demonio enamorado?, na guará, este cuento no podía pelarlo; le dije: supuestamente ustedes no sienten nada más que rencor, odio, ira, ¿ahora me sales con este cuento?.... Me miró de forma tal que tuve que bajar mi tono de voz y continuar... De verdad que no entiendo, ¿podrías explicarme?

Es simple humano, recuerda que fui un angel, viví de sentir amor, pero me entregué al odio, al rencor, las decepciones guiaron mi vida pensando que no necesitaba a nadie. Bajo esta forma de vida, lastimé, profané, torturé y destruí muchas vidas disfrutando cada onza de dolor pensando sólo en lo que provocaba....sin ver mi propia contaminación......

Ok, én esta parte del cuento quise correr rápido, pero con un gesto me retuvo, haciéndo entender que estaba a salvo.

Cuando vives con odio en tu alma, no tienes límites, ni nadie que te importe ni evite tus crímenes.....la conocí, la única entidad que pudo detenerme; cuando la ví algo cambió, despertó en mí ese ángel caído, por ella he estado sentado aca por más de mil años esperando.....

¿Qué esperas? le pregunté.....

La redención, mi odio está muriendo, y esta muerte me duele tanto como la vida, siempre quise estar solo y ahora lloro por mi soledad, nunca me interesó amar y lloro su ausencia.....Ahora vete humano.

Me levanté, el regresó a su pose similar a una gárgola, vigilante y silente, caminé lentamente reflexionando en las palabras del ente oscuro, al voltear noté algo que nunca había captado.....

Ese demonio tenia mi rostro.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buena historia...

And dijo...

Hace que se sienta identificado a muchas personas

And dijo...

Corta pero deja tanto en qué pensar y ganas de seguir leyendo