En Francia el spleen representa el estado de tristeza pensativa o melancolía. Fue popularizado por el poeta Charles Baudelaire, uno de los principale poetas malditos, atormentado y solitario como tantos. Alzo mi copa de vino (con todo y su alma de vid) en tu nombre Charles.
Pero lo cierto que es si buscamos un ejemplo de Spleen hay que mirar en el fondo de nuestras circunstancias, igual que lo planteado por Ortega y Gasset, cada vida, cada respiro y cada sorbo de la vida es inigualable y hasta inevitable es caer en este estado de melancolía y tristeza, porque de ella se forja un caracter, un ser más fuerte o en su defecto un guiñapo humano que no vale la pena ni ver.
¿Y por qué un guiñapo?, simplemente porque no está vivo en su interior, el Spleen es adictivo, te atrapa y obliga a luchar porque si no lo haces, te mata internamente, te vuelve un ser inerte, que vive para ser llevado por las circunstacias en vez de él forjarlas o por lo menos adaptarse lo que indudablemente atormentaria a cualquiera el resto de su vida.
Asi es el Spleen, lo he probado, he vivido y estoy en rehabilitación, he sentido su poder destructivo y su capacidad creativa, constituye en fusión perfecta el bien y el mal, te vuelve víctima y victimario porque te obliga a un laberinto de confrontación interna que no todos quieren ver, un sitio lleno de neblina y espejos.....
¿Quieres ir?.......
Pero lo cierto que es si buscamos un ejemplo de Spleen hay que mirar en el fondo de nuestras circunstancias, igual que lo planteado por Ortega y Gasset, cada vida, cada respiro y cada sorbo de la vida es inigualable y hasta inevitable es caer en este estado de melancolía y tristeza, porque de ella se forja un caracter, un ser más fuerte o en su defecto un guiñapo humano que no vale la pena ni ver.
¿Y por qué un guiñapo?, simplemente porque no está vivo en su interior, el Spleen es adictivo, te atrapa y obliga a luchar porque si no lo haces, te mata internamente, te vuelve un ser inerte, que vive para ser llevado por las circunstacias en vez de él forjarlas o por lo menos adaptarse lo que indudablemente atormentaria a cualquiera el resto de su vida.
Asi es el Spleen, lo he probado, he vivido y estoy en rehabilitación, he sentido su poder destructivo y su capacidad creativa, constituye en fusión perfecta el bien y el mal, te vuelve víctima y victimario porque te obliga a un laberinto de confrontación interna que no todos quieren ver, un sitio lleno de neblina y espejos.....
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