lunes, octubre 01, 2007

El Demónego y su proclama


I
Con que gusto bebería la sangre de la inocencia
Que delicia sería la ejecución de la venganza...
Que mi ira se descargue sobre la humanidad
Y que en llantos rueguen por su existencia
Que a mis pies lloraran y sangraran

II
Prisionero de tu psique he sido, la voz del odio
Lo retorcido de tu mente a mi me lo debes
Tu voluntad atenta contra mí...
La venceré
¿Crees que no puedes dañar, que no puedes dejar cicatrices imborrables?
Piénsalo otra vez

III
Pobre es el tonto que guarda su fé en el amor..
Yo la tuve y la perdí
Aprieto los dientes y seguiré profanando,
detestando lo hermoso
Derramando en mi alma el llanto por lo que una vez fui
El pasado quedó atrás

IV
Soy la bestia que ruge en tus sueños
Tu sombra que, al igual que la luz, no te deja
El amor te traiciona cuando menos piensas...
Aún lo siento, esa ansiedad, ese brinco estomacal...
Con rabia, lágrimas, odio y dolor RENUNCIO AL AMOR...
¿Acaso tendré redención?..

La lágrima de sangre cae sobre el papel

1 comentario:

J. L. Maldonado dijo...

Pero irónicamente sigue siendo el amor quien hablas detrás de tus versos, con furia y con inevitable pasión.