Abandonados en un escritorio en ruinas, se encontraban estos papeles, testimonios de un alma en decadencia, de una estrella que se apagaba y no encontraba más abrigo y mayor abrazo que los poemas. Esta fue su despedida, nadie nunca pudo leerla...hasta hoy
I
El tiempo se ha terminado
el fin es la meta que estoy a punto de alcanzar
en el insomnio de esta soledad la luz de la vela se vuelve un túnel
no hay ángeles brillantes ni demonios en este trance
no hay Dios ni Satán
sólo estoy yo en esta oscuridad
II
desvelo infinito
la angustia reclama mi cordura
el olvido es arma de doble filo y los recuerdos aún rasgan la piel
no siempre hubo tinieblas
no siempre pagué el precio de la diferencia
hubo un tiempo donde existió algo llamado felicidad
III
no hay despedida sin arrepentimiento
no existe adiós sin tristeza
si vuelvo en forma de recuerdo podré pensar que existí
pero hoy me ha vencido las ganas de partir al viaje del cual no volveré
mi alma se ha destruido en pedazos
y no puedo volver a unirla
IV
el avance de las horas no se detiene
mi vista cae
mis manos tiemblan
te recuerdo
te anhelo por última vez
respiro
al fin duermo
1 comentario:
El insomnio pega. ¿Tristeza...melancolía...? Por ahí va el tema que te envuelve.
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