En muchas ocasiones he tenido sueños de los cuales es difícil salir, pero esta vez era algo diferente, era algo lúgubre, nada claro, el ruido de espadas en medio de densas nubes de polvo, los gritos de guerreros, mujeres y niños muertos, sangre brotando de todas partes y yo en el medio, en plena batalla, sin saber causas, ideas, solo luchando, desgarrando la carne humana como si fuese fruta fresca, sin remordimientos ni conciencia, hasta que de repente siento el final, la muerte me había tocado.
Luego vi un vació al en el cual me hundía lentamente, mi propia sangra brotaba sin cesar, mientras dejaba de existir.
Obviamente trate de despertar y al lograrlo miro a mi alrededor, trato de calmarme, repito para mi mismo: -Es un sueño, nada más-. Ya un poco más tranquilo me relajo y duermo de nuevo.
Ahora es mejor, una habitación con paredes de satí
n, un poco oscura para mi gusto pero chévere. Se puso mejor cuando ví entrar a la mujer que amo, mi inspiración, mi ninfa. De repente una música sensual empieza a sonar veo que se pone a bailar mientras se acerca.En verdad me siento vivo, el poder verla me hace sentir que puedo vencer todo para estar con ella, la amo.
Pero... extrañamente ella se detiene a un paso de mi y me aparta, le digo: - ¡ESPERA, SOY YO!, ella bajó la mirada me respondió: -No puedes estar aquí, los muertos no sueñan-.
Me asombro y trato de ver mi cuerpo pero al bajar la mirada solo aparece...la nada, solo mi cuerpo dormido en una cama y sin respirar, me acerco a verme, y río...
solo eso puedo hacer.
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