lunes, junio 18, 2007

Paz


I
Deseo la paz, el regalo de un sueño no vedado
Deseo la paz, aquella calma del amanecer eterno
La que tengo se ha convertido en un cementerio de sentimientos catatónicos
De llantos perdidos, de alientos desperdiciados

II
Anhelo la paz de poder sentir sin señalarme culpable
Deseo un despertar a un mundo donde el amor no me duela
La tundra de la vida pérdida se yergue frente a mí,
Sólo queda explorarla, aprenderla y alimentarme de ella

III
Quiero la serenidad del corazón que no mana hiel y ajenjo
Disfruto de los anhelos imposibles con dispensas reales de la soledad
Y cuando la luna levanta su mágica luz mi alma grita como un licano, la bestia emerge.
Atentado contra mi serenidad, inspiración del odio, sin razón de la existencia.

IV
Como me tortura la ausencia de calma y clamor de la luna amante
Como me sulfura la histeria de los orgullos y las pasiones
Pasiones que aceleran el corazón de un muerto incapaz de amar
Anhelo la paz que perdone mi existencia de este camposanto sensorial en que existo.

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