martes, noviembre 20, 2007

La Durmiente


I
Despierta bajo el manto de la dormidera y bajo la humedad del sol que oscurece el diario elixir...
Prueba en la punta de tu lengua el brebaje mágico, bálsamo del armario alquímico de una memoria perdida en el poniente de Morfeo
Mientras los párpados se desnudan con el son de un rocío delirante del beso perdido y la lágrima que recorre el satín de tu mejilla...
Para perderse en el rumor del vacío llamado ausencia y anhelo.
Nubes de tormenta.

II
Eres la durmiente, yaces en lo perdido de la memoria, en la tumba de mi odio, en la cuna donde nació el amor....
Eres durmiente porque tu ausencia deja áridos paisajes donde la compañía rompía el balance de las montañas
Donde tu cama conoció mi rostro, tu piel mis caricias y el viento tu aliento que transpira junto al mío y aún así, hacen el amor....
Despierta del sueño eterno donde te sumiste, aleja la pesadumbre de un láudano elegido y derramado.

III
Bebe el coctel del ajenjo en mis labios, no mires mientras estas conmigo, deja que mis manos se vuelvan mensajeras del placer y mi lengua sólo profesa el lenguaje que entiende la venus de tu cuerpo...
Obra de extrañas formas la luna cálida que se filtra en la ventana, la luz que ondea al ritmo de nuestro vaivén...
Las fraguas del averno, la galaxia que se mueve, el cielo delirante, la mirada de la durmiente, el deseo en los amantes...

IV
Luces de neón que filtran los cocuyos de una selva de concreto
Ya que no eres una durmiente, conviértete en una ninfa sedienta de descubrir, en una ninfa traviesa...
Como un predador recorreré tu praderas, rumbo a palacios de calor y placer...rumbo a las cimas de dulces cúspides sensibles al opio del tacto...
Excitación de los sentidos, exaltación de ambos seres conjugados en un beso, derrumbe de las guardianas del tesoro y finalmente el peregrinaje al paraíso con anhelos de descubrimiento
Como un conjuro recitemos el ritual donde dos son uno y el uno se pierde para ser un todo.
Seguido todo de...silencio

V
Relájate, tú la durmiente, la tormenta ha pasado
La sonrisa colma los rostros de plenitud...las nubes parecen dispersarse
Sólo queda el abrigo de la piel y el calor de los sentimientos,
Princesa durmiente, refúgiate en mis brazos para recuperarte del suceso
Que a mi resguardo estarás segura, haz lo que quieras en mi lecho...
En mi mirada podrás ser la vida o la muerte, presente o ausente
Podrás ser calma o ardiente, hablante o silente,
Siempre serás mi princesa, la durmiente

2 comentarios:

J. L. Maldonado dijo...

Volvió la princesa, te suelta y te toma, así como la marea...

Unknown dijo...

Que intensidad tiene la tercera estrofa... Me fascino no hay otra palabra.

"...deja que mis manos se vuelvan mensajeras del placer y mi lengua sólo profesa el lenguaje que entiende la venus de tu cuerpo..."