lunes, noviembre 05, 2007

La Fortaleza de mi Alma


I
Ante el oscuro castillo te detuviste
Solicitaste entrada muchas veces y te fue negada
Pero con regaños, besos y caricias lo conseguiste
Y te bajé el puente

II
Conociste las piedras con las que escudé mi espíritu
Viste las cadenas con las que até mis miedos
Y bebiste de los pozos donde ahogué mis llantos...
Sin asustarte decidiste quedarte,
Me amaste
Aunque por un tiempo

III
Que dos inviernos y tres veranos consumieron el amor que nos prodigábamos
Y en la luna busco los fantasmas que flotan en el coma de los sentimientos
La fortaleza está sola

IV
Quitaste algunas piedras y liberaste mi alma
Ya no hay cadenas, sé lo que es temer..
Temí perderte
Mis llantos inundan los pozos y los desbordan
Decidiste irte
Me enseñaste a amar
Te enseñé a compartir
Me enseñaste a llorar
La fortaleza aún existe, vacía, inerte, palpitante...
Solitaria por el momento...
Espera su siguiente viajera
Pero aguarda a que esa Saltimbanqui que me enseñó a sonreir vuelva.

1 comentario:

J. L. Maldonado dijo...

Poeta, extraordinario. Manera genuina de acoplar tus emociones a ese tu castillo, a cada parte de él. Muy bueno.
PD. El mundo está lleno de saltimbanquis.